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el rayo verde

geografías humanas

The Story of Stuff (La Historia de las cosas)

 

 

El parabrisas. Amigos en el estrecho.

El parabrisas. Amigos en el estrecho.

En el blog de Travis Bickle recupero este poema. Habla del fugaz camino emprendido. Muestra el encuentro y el azar de lo que se encarama por el plano de nuestra existencia y por los espacios que atravesamos y permanecemos. 

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enlace a Travis Bickle:

 http://elparabrisas.blogspot.com/2008/06/amigos-en-el-estrecho.html

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viaje a Cuba

viaje a Cuba

Hay errores. Abundancia de errores. También logros. No de trata de aclarar la historia o de averiguar la verdad. Basta huir del estatismo atenazante de las omisiones mediáticas, del poderoso contrasentimiento cínico de vivir en una democracia demasiado perfecta que no implica nada. Es necesario viajar en la niebla y sentir la belleza del viento que nos despeja el camino. Modificar nuestros prejuicios.

Hay múltiples maneras de contemplar históricamente la Revolución Cubana. Arrinconada durante decenas de años no sabremos si sobrevivirá definitivamente desde el presente o seguirá su lenta inmersión en el abismo de la historia. Los vencedores endurecen la mirada con Cuba pero también, en este vacío y extenso universo, Cuba trasmite su propia fuerza y sus convicciones; lo expresan los tripulantes de una nave a punto de irse a pique, inmersa en un belicoso mar. Quizás sea una demostración de poder o de hipocresía irracional. Nada sabemos. Sus fatigados protagonistas refuerzan la tristeza y la voluntad, están dispuestos a continuar resistiendo en la turbulencia de la economía globalizadora frente el  poderoso enemigo del norte.

El destino errante de la isla dura cuarenta y nueve años y sigue siendo una expresión singular de arriesgada aventura. Ya es demasiado tarde como en tantas otras cosas, y el pueblo cubano va colmado de inverosímiles sacrificios, peligros y fortunas. Cuba alzó la vista hacía la luz, hacía las aspiraciones del humanismo de una manera implacable, cargados de defectos y virtudes desearon continuar con el proceso en una situación desfavorable para los sentimientos, otros trataron de encadenar las imágenes brillantes del porvenir que se les aparecía en la geometría borrosa de las 90 millas. Unos y otros perduran, en sus pensamientos y en sus acciones, en una pugna entre la incomprensión y la verdadera historia.

Melancolía.

La melancolía fue definida como "una locura sin fiebre ni furor, acompañada de miedo y de tristeza". Es la búsqueda interior de otro mundo posible pero que incapacita a evolucionar, se instala en nuestro comportamiento y se traduce en incomunicación, en un mal cargado de contrasentidos.

El Quijote se adentra en este mundo de tristeza y locura. Solo obedece a su laberinto interior, su disolución de la realidad es ineludible y las distancias se transforman en una búsqueda interior de los sueños.

Mi barrio no tiene historia escrita.

Mi barrio no tiene historia escrita.

 Mi barrio no tiene historia escrita. Quizás exista. Me parecen tan lejanos los años de mi infancia y juventud que tengo nostalgia por las historias que sucedieron. Cada rincón evoca la generación que me tocó vivir, los lugares dónde se desarrollaban los primeros escarceos apasionados, los juramentos eternos al calor del lenguaje universal de los jóvenes. Éramos el centro del Universo. Asumo la importancia de la vida de entonces y la dificultad que tenía para comprender el mundo. Las ideas revolucionarias eran inherentes a todos nosotros, ahora desaparecidas irremediablemente… o transformadas.

 Era feliz. Y tal vez, las cosas pequeñas eran lo que me hacían feliz. Estaba enamorado de la inmediata afinidad de las cosas, de la naturaleza fronteriza de mi barrio con la ciudad de Madrid.

 La música de una casette compartida en la Valla del Postigo, un muro dónde nos sentábamos a conversar y dónde nos bebíamos las litronas que sacábamos de la bodega del Suso. El equipo del barrio, el Independiente Club de Fútbol, vestía camiseta verde esperanza. Las horas muertas de los billares donde dejábamos fluir nuestras sensibilidades con credibilidad. Nuestras vidas se tocaban.

 Tras volver al barrio, a este insólito paraje de la sociedad multicultural actual, de metamorfosis urbana, descubro que todo ha cambiado… ¡Cuantas promesas rotas e inquietudes reconstruyo con los amigos que allí estuvieron!

 Ahora los tiempos y símbolos han cambiado. La atmósfera pasada se desintegra. Desde la ventana de casa de mis padres contemplando lo de afuera y en la profundidad de mi pensamiento, pienso en cómo me imaginaba mi futuro.

 

Tatiana Samoilova

Esta actriz de redibujados contornos surge intempestiva. Suscita su exótica belleza eslava un referente estético y esas líneas que esbozan resistencia adoptan el espíritu de otra época. Es el pretexto para añorar... el avezado encontrará de forma clara la tenue pincelada de la belleza y el nostálgico la imagen de la mujer por excelencia. La voluntad, los recuerdos ya no obedecen y salen volando como las grullas que cruzan el cielo.

11M

Hoy se cumplen cuatro años del atentado en Madrid del 11M. Mi adhesión al dolor de las victimas es absoluta. Supongo lo que ha cambiado la vida para el que perdió algún ser querido aquella lejana mañana. Y este dolor compartido, ¿favorece la transformación moral de la sociedad? 

Estos cuatro años de vertiginosos acontecimientos políticos resultan difíciles de entender. Difíciles para apaciguar el sufrimiento ante tanta irresponsabilidad. Durante cuatro años, el dolor de las victimas ha sido pasto de la manipulación partidista y de la agitación sensacionalista e interesada. Las imágenes de las victimas en el juicio han contribuido a consternar más los ánimos. Lo definible de un gran crimen colectivo ha dado lugar a inexplicables explicaciones radiofónicas y a inútiles artículos conspiranoicos. Pensar después de tanta y constante difamación es tremendo. Mucha gente desea ya, no saber. Pero cuando se muestra la terrible verdad, apaleada y malherida por los hombres, sirve para cambiar el rumbo de la Historia.