La Feria del Libro de Madrid 2009.
Todas las mañanas cruzo el parque del Retiro. Ahora están las casetas de la Feria del Libro de Madrid. Están cerradas, desiertas de gente y del repertorio de sandeces de algunos supuestos escritores y de sus supuestas intenciones solemnes. En otro orden de cosas, ahí están los seguratas de ¿Prosegur? y unos vigilantes y vigilantas, regordetes y regordetas, de amarillo que expresan profunda simpatía en ese noble destino que es custodiar los lotes de libros que los proveedores madrugadores depositan al pie de los mostradores.
Ahora hay muchos vehículos rondando y me aplico en tener cuidado en no chocar contra uno de ellos. Se nota que va llegando el verano, voy leyendo los carteles rojos y blancos de las casetas: “Fábula”, “El Corte Inglés”, “Antonio Machado”, “Visor poesía”…qué dificultad, que destino de trabajos, de libros, de sueños… Zafón anda por ahí firmando, Icíar Bollaín por acullá… luego hay otros… Victoriano Viñuelas, Javier Yanes, JuanMa Castaño, nombres tal vez ejemplos de maestros o rufianes pero que inconscientemente se diluyen en mi mente.
Todos los días reparo en unas fotografías de gran formato colocadas en unos soportes en el paseo. Voy con mi bici y en la proximidad descrita a esas vallas es como pasar hojas de una revista deprisa, algunos inválidos viejecillos como capones se plantean tareas más minuciosas y los tengo que esquivar. Cuando termino de recorrer la Feria, como cada mañana, esa larga serpiente de opiniones y testimonios, respiro, salgo de nuevo al pequeño mundo.
La vuelta, es al revés.
4 comentarios
el rayo verde -
rodolfo serrano -
Anónimo -
Mayte -
Por cierto serán las fotos...una de ida y otra de vuelta no ?
p.d. cómo me tomo ese "uf"...porque siempre se me va la imaginación a dónde no es -claro-
Biko.