Discursos siglo XXI. (nº 1).
"A través del camino doloroso de la cruz, los hombres de todas las épocas, reconciliados y redimidos por la sangre de Cristo, han llegado a ser amigos de Dios, hijos del Padre celestial. «Amigo», así llama Jesús a Judas y le dirige el último y dramático llamamiento a la conversión. «Amigo» nos llama a cada uno de nosotros, porque es verdadero amigo de todos. Por desgracia, los hombres no siempre logran percibir la profundidad de este amor infinito que Dios tiene a sus criaturas. Para él no hay diferencia de raza y cultura. Jesucristo murió para librar a toda la humanidad de la ignorancia de Dios, del círculo de odio y venganza, de la esclavitud del pecado. La cruz nos hace hermanos".
BENEDICTO XVI
Colina del Palatino
21 de marzo de 2008
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