Cuando pasan las cigüeñas (the cranes are flying) de Mikhail Kalatozov (1957) URSS.
Intérpretes: Tatiana Samoilova (Veronika), Alexei Batalov (Boris), Vasili Merkuriev (Fiodor Ivanóvich), Alexandr Shvorin (Mark).
El soviético Mikhail Kalatozov rodó en 1957 “Cuando pasan las cigüeñas”. Cuenta el verdadero drama de una historia de amor, frustrada por la Segunda Guerra Mundial. Verónica enamorada hasta el infinito de Boris ve su unión fracasada cuando él, cargado de orgullo patriótico, se va voluntario al frente. Verónica pierde a sus padres en un bombardeo y termina viviendo con la familia de Boris, quienes la admiten como una hija. Termina contrayendo matrimonio con el cobarde y turbio hermano menor de Boris, Mark quien usa su escasa habilidad con el piano para huir del frente y ultrajarla durante un bombardeo. La tensión central del argumento es ese conflicto interno que se manifiesta en todas las acciones de Verónica, esperando noticias de quien ama, pero a quien ha traicionado.
Esta película que vi hace mucho tiempo en el programa de José Luis Balbín, “La Clave”, me impresionó de sobremanera eliminando cualquier luminosidad de alegría. El impacto fue tremendo y es una de esas películas que te dejan un poso amargo pero necesario. Las distintas percepciones de los personajes durante la película impactan y sobrecogen, la transmisión de la potencia melodramática va más allá de las aptitudes del director y se centra en una pura interpretación de Tatiana Samoilova inolvidable. El dibujo de la historia va cobrando fuerza, en toda su intensidad hasta la ironía encastrada en los recovecos de la naturaleza humana.
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