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el rayo verde

geografías humanas

El patio Maravillas.

El patio Maravillas.
Deambular por las calles, en esencia movimiento. Los personajes de la calle de La Palma afrontan un suelo con más pendiente que ternura. Llego consciente al Conde Duque con lo que interesa a un paseante como son los reflejos de la realidad. Unas cuantas exposiciones incoherentes en un decorado en obras jalonan la fachada. Espero. Una plaza cuadrangular da respiro a unas calles abrasadoras, unos olmos siberianos, un perro pequeño y unas terracillas de verano repletas de sentimentales modernos. Aparece La Rubia que me bombardea con su sonrisa, permanezco en unos bancos individuales extraños. Una experiencia. Descubro un sonido celular. "Estamos llegando", son Peter y los suyos. La Rubia y yo decidimos sentarnos a esperar en la terracilla de la camarera aséptica. Más allá un mundo de piernas y finísimas telas. En el otro lado, espera un señor con sombrero. Aparecen Peter y aquel universo. A Charlie no le veía desde una impuesta infelicidad en su familia. Al rato, aparecemos por la calle del Acuerdo y aquí tenemos una experiencia lúdica. Las impresiones son perceptibles. Se trata de una casa okupa, “El Patio Maravillas”. Entramos a tan sugerente lugar, transformado en un polivalente edificio. Alcohol, música, cine, talleres…un paisaje extraño y gente ... Ahí está la frontera, el blanco y el negro. Asomados a la azotea un par de barbudos gritan, los murales son bravos, la música idónea y una pareja de jóvenes sostienen a un bebé precioso. Dos tercios, una sin, un vaso de vino y un refresco, seis euros. Un inhabitual haciendo de camarero en un espacio autogestionado nos explica. La música cambia a locura de ruido. El patio bulle, sigo viendo a tipos con crisis existenciales y a anarquistas. La mamá del bebé es muy guapa, sonríe sin actuar. Un muchacho indistinguible conversa con una muchacha pelirroja, se dirían que alcanzan un alto grado de composición escénica. Entre los habitantes y los espectadores no existe la posibilidad de equivocarse, se fragmentan por las razones misteriosas que les han llevado hasta aquí. El patio parece una trinchera, una bicis encadenadas a las rejas y las trazas de frases revolucionarias lo dan forma. Es una trinchera. Cuando abandono el lugar, abandono el experimento vinculado al romanticismo. Como alguien dijo, "a algunos ilumina y a otros quema".

Happy People Dancing on Planet Earth.

Happy People Dancing on Planet Earth.

Gracias a la lectura de un blog y de Koldo, os cuelgo este video. Lo he puesto en casa y todos hemos acabado bailando, dando brincos y volteretas…provoca alegría y divertimento asegurado.

Os dejo el link: Happy People Dancing

 

Ese señor de ahí.

Ese señor de ahí.

Esta fecha y ese partido de fútbol me ayudaron a encontrar el sentido a la vida, el brutal sentido que tiene cuando lo que más quieres casi se te va. Ocurrió durante El Mundial de Fútbol de Estados Unidos, el 19 de junio de 1994 y se estaba jugando en ese momento, el Bélgica-Marruecos. Mi padre sobrevivió a un ictus cerebral y en esa precisión cínica que te dan las desgracias, recapacité.
Hoy hemos comido juntos en Sigüenza y mi padre, ya se adentra en sus misterios. Lleva años abocado a fraudulentos silencios derivado de las secuelas de su enfermedad, se emociona con facilidad con cualquier gesto de buena intención pero es más producto de su extrema dependencia y su existencia, se halla alejada de la lucidez que en otros tiempos mostraba con el cálculo matemático o con la música.
Me ha trasmitido cosas y me hace pensar. En la memoria tengo el pasado con él, los buenos ratos que pasamos juntos cuando era niño. Ahora, mientras sonríe... me lo paso pipa. 

Historias pequeñas.

Historias pequeñas.
Yos me ha ayudado a levantar una escalera, al cielo, en la casa de la Sierra. Ha derribado un muro con una maceta de tres kilos y allanado un vano con tarima de pino gallego. Yos es mi hermano. Atiende de un modo inalámbrico a la sangre. Ha convivido esta semana con los parroquianos del otro lado de las montañas. Su innovación es principio y fin. Sus acciones habituales viajan hasta el infinito como en el mundo de las maravillas y retornan para cometer tentativas inverosímiles. Su implicación es evanescente y su cultura está más cerca de la relación cotidiana con allegados que con los vínculos interdependientes de la Aldea Global. Vive en un pueblo semihabitado de la Castilla profunda con nuestros padres, encadenado a la música compulsiva de los aerogeneradores y a la discreta heterosexualidad que impone la disciplinada demografía.
Le escucho cómo habla, colocando a golpes un taco de madera. Come algo menos de lo que le dicta su estomago y conversa con cierta extravagancia. Cómo rebobina en el pasado... cada uno lo capta como encontrando sus gustos y sus utopías. La composición de la vida… tan diferente, con aquellas manos desolladas por no querer utilizar el atornillador eléctrico, me parece no entenderle.
Inicia ahora su otro camino, algo confuso, de hombre feliz o casi, que no es lo mismo. Se ha ido definitivamente de Madrid.
El domingo terminamos la obra, a medias por falta de rasillas, y con la escalera de madera acabada. Empiezo a orientarme con quien nunca dudó en auxiliarme en mis proyectos iniciales y me dío todo. Han pasado los años de este modo de concebir nuestro tiempo y siempre estaremos juntos. Todavía le debo dinero, favores, hostias. La familia es algo que debemos preservar como nuestro destino.
Me llega un mensaje inesperado al móvil, es habitual la falta de cobertura en "X", ha fallecido el padre de London, un amigo reciente. Pienso en London y en esa ausencia de referencias que a todos nos van llegando.
Yos, cuida mucho a los viejos.

Europa, Europa.

Europa, Europa.

Bueno. Ya pasaron las Elecciones Europeas 2009. Mi amigo Peter dice que “los que pueden dar la vuelta a la tortilla se nos quedan en casa y que hay que seguir dando la brasa”. Los resultados están ahí, una Europa dominada sin paliativos por la Derecha y una Izquierda caída en el desanimo más áspero. Hace poco, la llegada de Obama causaba profundo impacto entre los progresistas europeos con aires de cambio, sin embargo Europa apunta hacía otro punto, el Conservador. 

Parece que el pasado fue mejor… los análisis personales que escucho, que leo, están centrados en la influencia perniciosa que el Poder tiene en los individuos que lo ejercen y en la naturaleza humana en general, siendo la conclusión final el desencanto habitual por la clase política y por ende, de la especie humana.

Así nos enterramos, se incrusta esa lógica predecible en nosotros. No vamos a votar o votamos con el miedo. Estamos más centrados en criticar pasivamente que en intentar cambiar las cosas. Es mejor que todo siga igual. La vida está llena de zancadillas y de putadas si, pero también de puntos de máxima intensidad y de momentos extraordinarios. Y eso exige un poco de esfuerzo.

Hondas reflexiones lleva la Humanidad haciéndose desde el principio de los tiempos y al fin descubrimos, entre el resentimiento y el dejar hacer, que no hay solución…  y qué encima, echamos la culpa a los políticos. Que fracaso de País y de Europa.

Huellas en la niebla.

Huellas en la niebla.

Cuando dejo en ese camino embarrado mis huellas. Precedo a mi muerte. La duración del tiempo es tan inquietante y sutil… Los instantes de las primaveras se exilian para siempre en este inconcebible paraíso.

Hablo con mi madre últimamente como en esos múltiples trozos que un día deje de cultivar, entre lágrimas que recorren mi rostro impasible y mis más altas confesiones de amor por ella. Un puñado de recuerdos se agolpan entre las más de sesenta pulsaciones por minuto. Como parte cierta, en su progresivo deterioro, trato de escuchar con más profundidad, de hacerla llegar mis simpatías y mi extensión infinita. Por causa común a toda la esfera humana converso como  tratando de recuperar el tiempo perdido, de recrear aquellos momentos tan valiosos en los años perdidos. Su sueño era que su hijo la queriera. Eso si ha ocurrido. El resto son palabras y abrazos, besos irresueltos como cuando intentaba protegerme del inmenso peligro.

Incorporo a mi mente sus manos desconocidas con descripciones de la vida, de sus conceptos magmáticos. Recupero el olor del pasado que lleva consigo. Que extensa es. Su consagrada vida a su marido e hijos no la han amargado. Silenciosa, casi nada ha esperado de nosotros, solo lo esencial.

Escribo con la esperanza de unirme a ella en la oscuridad cuando llegue porque será así… y encontraré sus huellas en la niebla.

 

Acertijo.

Acertijo.

Logan me espeta: “corre de día, lucha de noche ¿Qué es?”. Ni puta idea. He intentado que me diga la solución pero no le saco nada.

El centro del universo.

El centro del universo.

En este momento estamos en un paisaje que es el centro del Universo. Una vez más, el rumor del mar y la húmeda arena nos alejan del mundo habitado. La perra negra se burla cariñosamente ante nuestros ojos de la espuma marina que trata de acariciarla, con gestos sentimentales nos provoca a qué lancemos una piedra al agua. Logan no se atreve a dar un paso más y permanece detrás mío. ¡Que gran curiosidad recorren nuestras mentes tan dispares! ¡Cuanta entrega y fidelidad existe encima de esos millones de granos de arena! Allá dónde estoy, me clavo en los ojos de la perra negra que gira su cabeza de perro sin dejar de mirarme y noto como Logan me roza inseguro la pierna. El agua se filtra debajo de nuestros pies y la perra negra se tensa, escapándose de mi horizonte. Logan, agachado, alcanza un guijarro reviviendo así sus travesuras pequeñas. En un aspirante lanzamiento el canto vuela en romántica inadaptabilidad con el viento como barrera y la cabeza de la perra negra se sumerge en la sutilidad cristalina del agua. Cuando saca el hocico, la sonrisa de Logan desgrana mi imperfecta existencia.

El Evangelio según San Mateo.

El Evangelio según San Mateo.

Se acerca la Navidad, en definitiva una fluctuante desmedida consumista. Claro está, gracias a una sociedad acogida en la sobreabundancia. Solo tiene uno que salir a la calle o enchufar la tele para saber de lo que estoy hablando. Esta tarde con Logan y Thor hemos transitado por la calle Goya, plaza de Felipe II, calle Alcalá hasta tener conocimiento de lo que estaba pasando. El hormiguero humano. Nuestras posibilidades de actuación en El Corte Inglés o en los comercios de la zona son limitadas por lo que hemos recurrido al puro paseo y al admirar el titánico esfuerzo de nuestro alcalde por iluminar masivamente la ciudad. Entre tanta fanfarria navideña y cultura oficialista, recordaba mientras tiraba del carrito del niño la figura de Jesús de Nazaret. El interior de la cabeza del lector bulle ante lo que acabo de escribir. Lo primero que pienso es en el Jesús de Pier Paolo Passolini, profundamente bello. Pienso lo lejos que está aquella traza, tan exacta al Evangelio, de la demostración vista de nuestra cultura.

Passolini era ateo y comunista, sin embargo percibe la figura de Cristo como una fuerza vital que se opone a la hipocresía más sucia del ser humano. El Jesús de Passolini es sencillo, realista, distante del profuso y ultraterrenal ser divino. No recordaba la música del film, si que me había cautivado mucho, y he visto que hay fragmentos de la obra de Sebastián Bach (cosa que podría haber intuido).

El caso es que la figura de Jesús ha llegado hasta mi, residente en mi corazón, por las razones apuntaladas a lo largo de mi infancia por mi padre, por las lecturas posteriores y por el cine. Mi amado padre me habló en mis débiles sueños de Jesucristo con orgullo y por desgracia, no se vio correspondido. Sin virulencia pero con convicción colaboraba en la idea de la fuerza de la razón de las que eran buenas personas y en eso, se las componía para que la fundamental justicia prevaleciera. ¿Cuantas veces armándose de tal valor trataba, con la familia por medio, de “desfacer” entuertos?  ¿Cuantos compromisos embarazosos tuvimos que soportar estoicamente por tales principios?. Se expresó con absoluta libertad ante cualquier tipo de manifestación o acto y se equivocó o acertó, como correspondía a su talante cívico. Mientras, hasta los doce o trece años asistí a la misa de once de los domingos, con profusa asiduidad, hasta que un día su amigo Julio, comunista, le trasformó en sus ideas y en las distintas transparencias de los valores absolutos. Ese otro personaje que renacía, también me enganchaba, como sucede con la cautiva montaña.

Por aquellos años de juventud pude ver en Televisión “El Evangelio según San Mateo”, y las imágenes en blanco y negro del film, las de aquel actor rígido de aspecto judío que me emocionaron. Era puro romanticismo, de una sinceridad tremenda.

A día de hoy, pasaron algunos años, y es innegable esos momentos clave en tu vida. También recuerdo con mucho agrado el libro ”El Evangelio según Jesucristo” de José Saramago y “Vida de Jesús” de Ernest Renan. Mi interpretación de las cosas me acerca a las sensibilidades extraordinarias y revalorizo así, aquellos discursos desatendidos y aquella sabiduría ya perdida de mi padre, del que se entregaba con toda humanidad.

Agnès Humbert (1896-1963) y Leonard Cohen.

Agnès Humbert (1896-1963) y Leonard Cohen.

He escuchado una entrevista en RNE a Antoin Sabbagh, nieto de Agnès Humbert. Ha sido una experiencia muy emocionante.

Agnès Humbert tenía 43 años cuando comenzó la II Guerra Mundial, escribió unos diarios que se publican ahora en España. Hablan de la ocupación alemana en Francia y de cómo la Resistencia francesa se las arreglaba para resistir, incluso sacrificando su propia vida por los ideales. Los horrores de la guerra también dan paso a actitudes imprevisibles en el ser humano. Gente corriente se convierten en héroes anónimos. Agnes estuvo recluida en prisiones alemanas en Francia y más tarde en campos de concentración cerca de Dusseldorf. El libro no sorprende, las posibilidades de sobrevivir se hallan al mínimo. Está claro, hay que luchar.

En la actualidad tenemos otro tipo de sociedad a la de hace 60 años. Todo se olvida con la “opulencia” y los problemas que se abordan, en general, son los relacionados con el consumo. Estamos apaciguados.

El video es la canción El Partisano de Leonard Cohen, cuenta los instantes últimos de un partisano capturado por los nazis y la victoria que tendrá que llegar.

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Terje Hauge (born October 5, 1965 in Bergen, Norway).

Terje Hauge (born October 5, 1965 in Bergen, Norway).

Acabo de ver el partido de Fútbol que hoy se ha disputado en Minsk, Bate Borisov -Real Madrid CF. (0-1) en Antena-3.
Como soy ex-colegiado y ex-jugador, me voy a inclinar a hablar sobre el arbitraje. El match ha sido arbitrado por Terje Hauge, árbitro noruego. Con diferencia ha sido el mejor del partido, es decir ¿ha pasado desapercibido? Lo habitual, lo corriente, es decir que si ha pasado desapercibido, ha estado bien. Pero la cuestión es otra.
Terje Hauge ha cosechado mi elogio como aficionado por la manera de impartir justicia arbitral. Para entendernos, es tan obvio como buscar el equilibrio imparcial entre un club grande y un club pequeño a la hora de enfrentarse a las reglas en un partido de fútbol. Las decisiones de Terje Hauge durante el partido han sido asépticas, las reglamentarias, sin importar si el infractor era una figura o un “tuercebotas”, y la camiseta del Real Madrid no ha asfixiado su cerebro. Ni las intimidaciones del 3 (Pepe) o la permanente puesta en escena del 14 (Guti) le han pervertido a la hora de señalar una falta o amonestar. Arbitraje impoluto.
A los árbitros se les llama de todo, son como blancos tentadores para la ira de algunos energúmenos y puedo dar fe. Son la parte más oscura y siempre rezumando sospechas, sin embargo, entre tanto desconcierto de jugadores que fallan clarísimas ocasiones de gol o comentaristas que se pasan de listos, lo que es inequívoco son sus indiscutibles habilidades de supervivencia. Rodeados de fastos, de jugadas alucinantes, cámaras, programas deportivos y demás parafernalia se incrementan la complejidad de sus decisiones, siempre impregnadas de cierta desesperación. Ciertamente, una manera de entender el fútbol muy sufrida.

Cadena humana en Rivas-Vaciamadrid en defensa del Parque Regional del Sureste.

 

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El pasado 9 de noviembre de 2008 fuimos a Rivas, en la Comunidad Autónoma de Madrid, por una convocatoria en defensa del Parque Regional del Sureste y a formar una cadena humana como protesta. Recorrimos un trayecto medio urbano y llegamos a los cantiles que dan a la laguna del Campillo en poco más de 15 minutos. Es un verdadero lujazo para los vecinos del pueblo tener tan cerca esta maravilla como cerca anda su destrucción. El tenue equilibrio ecológico que existe en este valle no deja de cruzarse con las amenazas reales y no actuar es seguir hundiéndonos en el fango de la reiterada catástrofe natural.

Los peligros sobre este territorio se disparan: la posible ubicación de una Central Térmica en la confluencia de los ríos Jarama y Manzanares, escombreras descontroladas, abusiva extracción de áridos, caza furtiva y para qué seguir. Según la previsión de un amigo, se agudizan los problemas de la zona como las actitudes irresponsables.

A eso me refiero, esperaba encontrar más gente sensibilizada con este problema. Las posibilidades de difusión de estos temas no son amplias pero en Rivas, vi numerosos carteles de la convocatoria y la asistencia al acto la calculé en torno a unas quinientas personas. Si la población de Rivas es de unos 60.000 y la comarca afectada corresponde a una extensión importante de la Comunidad, uno se puede pronunciar como que la marcha fue un autentico fracaso.

No se puede renunciar al potencial de la gran mayoría pero la supervivencia de muchas aves acuáticas y todo un ecosistema están en manos de nuestros políticos y de algunos convecinos sin escrúpulos. El espíritu de unas organizaciones no resolverán los problemas y ver pasar desde el balcón del adosado a unos cuantos cientos de locos con pancartas es una postura tremendamente imprudente.

Cuando los desechos químicos y la basura atmosférica lleguen sigilosamente a nuestras casas, a nuestros grifos, a nuestros pulmones, entonces cerraremos los ojos de forma definitiva. No habrá vuelta atrás.

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ampliación: http://farm4.static.flickr.com/3059/3020164589_378c01cc54_o.jpg

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COMUNICADO DE PRENSA en defensa del Parque Regional del Sureste: 
Cientos de personas formarán una cadena sobre los cantiles de Rivas exigiendo medidas urgentes de conservación en el Parque del Sureste, tras 9 años de incumplimientos reiterados de la ley por parte del Gobierno Regional. Todos los colectivos de defensa ambiental del Sureste de Madrid, han convocado esta movilización para el próximo 9 de noviembre (…) sigue en los enlaces convocatoria:

 

http://jaramavivo.blogspot.com/2008/11/cadena-humana-en-defensa-del-parque.html

http://rivasairelimpio.blogspot.com/2008/11/cadena-humana-en-defensa-del-parque.html

http://latorredeciempozuelos.blogspot.com/2008/11/cadena-humana-en-defensa-del-parque-del.html

 

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Barack Hussein Obama

Barack Hussein Obama

Comienza un tiempo nuevo. Hemos esperado ansiosos la victoria de Barack Obama este 4 de noviembre y ya ha llegado el cambio. Muchas expectativas están levantadas como ha sucedido en otras ocasiones. Obama representa la transformación arriesgada de la gran potencia militar y económica que es Estados Unidos en un mundo más justo. ¿Será posible?

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Splass

Splass

Aquellos años uno los puede examinar en lo que tiene de virtud el redescubrimiento. En los años 80 del pasado siglo, Splass era una Disco-Bar que estaba situada en la calle Galileo. Allí desembarcábamos los jóvenes sobre un terreno formado por cubos de colores, apilados en escalones. Al sitio había que llegar bajando unas escaleras, creo recordar un guardarropa, y a continuación aparecía un pasaje que comunicaba con la sala del baile que se encontraba al otro lado. En estos escenarios se podía echar cuentas de una fauna increíble. Siempre me recordaba al Bar de “La Guerra de las Galaxias” donde concurrían seres de otros mundos. Aquello era un escaparate insólito. Había que ser diferente e ir a la moda del grupo al que pertenecías. Aquello formaba parte del proyecto común del ecosistema “moderno”.

Las colecciones de tribus que desfilaban por allí eran sorprendentes. Por entonces, tenia unos amigos que éramos inseparables. Nos entremezclábamos entre la lírica de los siniestros y el laberíntico mundo after-punk y mod. No había pistas fiables ni consolidadas pertenencias. No existían jerarquías ni alianzas. La gente pululaba por el Splass y hacían acto de presencia en la pista de baile cuando sonaban las canciones de “The Cure”, “The Smiths” o “The Pil” de Johnny Rotten. Diríase que estábamos extraviados hasta que sonaba nuestra canción favorita.

Nuestros “enemigos” eran la gente normal de la que renunciábamos con nuestra indumentaria. Éramos indiferentes a lo convencional. En una ocasión recuerdo a un par de amigos del barrio, fuera de esta cultura de expresión, en el Splass. Llegados a este territorio de la otra realidad, treparon por los cubos y encaramados en su pasajera elevación se postraron a observar exclusivamente, a percibir los valores reivindicativos de las imágenes ideológicas de la concurrencia. La legibilidad en ese ambiente de penumbra incidía en su imaginación y salieron sin decir nada, con toda una carga de sensaciones inolvidables.

Por entonces en Madrid existía una cosa llamada “la movida” que despertaba y motivaba a la gente a dar con otras maneras de entender la cultura y la evolución de la sociedad. Madrid era un lugar intensificado y de una atmósfera hirviente. Vivir en aquel hervidero mereció la pena como peripecia individual.

Splass era un reflejo de esos años. Era un lugar apropiado y razonable para comunicarnos los jóvenes. Allí establecí vínculos en torno a la gente como yo. Allí fue posible la existencia a partir de nosotros mismos, de formar parte de la juventud rebelde. El lenguaje propio lo poseíamos y también, la alegría de vivir, de lo que nada resultaba aburrido.

El camino diario.

El camino diario.

Todo pasa en este nuevo cambio de rumbo. Me acompañan las luciérnagas y las canciones del ayer. La belleza me holla por los cañones aún oscuros de la urbe. Pedaleo al compás de los semáforos cerrados, en el automatismo encerrado de la cadena y el piñón. Cruzo veloz por los volcanes incesantes que descubro en cada mirada inhóspita. Llego oculto entre joviales estudiantes y oficinistas sofisticados al carril-bici. Ya estoy en mi suntuosa brecha asfaltada, cubierto de polvo y símbolos fosforescentes, una recta tecnológica sin fin para mi bicicleta. Crecido me hallo inmerso en un bosque de cartográfica precisión, me lanzo azaroso en el incierto viaje. El último viraje en Alcalá y penetro en el parque del Retiro. Dejo atrás la literatura ilegible de los automóviles, los cruces fracturados de los peatones. Conservo el aliento extenso de la mañana y arrastro una multitud de devotas partículas infinitesimales. Acabo mi viaje diario de trece minutos.

 

Conchita.

Conchita.

Hoy ha sido un día raro. Parte de mi vida cambiará, sin duda. Han pasado más de 18 años. En la calle de Alcalá, antes de entrar a una oficina de un Banco, me he cruzado con una persona. Conchita. Llevaría unos 70 años a cuestas, parecía excavar la acera buscando ya un sitio donde descansar. Sus ojos azules indicaban las grietas de una vida demasiado protocolaria. El exceso de maquillaje, sin demasiada necesidad, redoblaba el paso negativo del tiempo.

Hace 18 años me llamó Conchita el día antes de viajar yo a Alemania de vacaciones. Ella trabajaba en Recursos Humanos como se dice ahora y me inquirió que se me agotaba el plazo para tomar posesión de mi puesto en el Ministerio. Acepté y tuve que ir ese día a su oficina. Hoy he cambiado de trabajo, iba a formalizar mi nueva situación. Inesperadamente, me he cruzado con ella en la calle. Como hace más de 18 años.

ISAAC MONTERO (1936-2008)

ISAAC MONTERO (1936-2008)

Isaac Montero, Fernando-Isaac Hernández Montero, he visto tu foto y me recordabas a alguien cercano. Tus accesibles letras contestan a la opaca realidad. Quedarán al final de la primavera exhumando historias que no esperan. Sólo tendrás que dar cuenta de tus actos a ti mismo, a tu padre que murió cuando tu eras un niño y a todos los que han combatido contigo en la verdadera historia. Veo tu foto en el periódico, en el censo diario de los que abandonan los sueños. Me recuerdas tanto a alguien. A aquellas primaveras dónde percibía el olor de las amapolas y la lavanda. Recuerdo los abrazos cercanos que ahondaban en mi espíritu en aquella belleza definitivamente perdida. Tan familiar me resultas como la oscuridad. Gracias a aquellas primeras lecturas infinitas surgidas del fondo de unos corazones exactamente iguales se apoderó de mí la dulce confianza en las palabras. Isaac, lo más probable es que allá donde mores para siempre, las palabras brotaran de nuevo, está vez al inicio de la primavera como centellas incorregibles.

la tecla F1.

Mi amiga R***** me envía un e-mail sobre un videojuego que ha creado alguien que conocemos. Es de unos aviones que lanzan ayuda humanitaria sobre puestos de la Cruz Roja en Georgia. En las instrucciones que nos da el creador por e-mail comenta que lo mejor está durante el juego, pulsando la tecla F1.

 

            1º e-mail de R*****:

 

Hola chicos, os reenvio este mail de C***.

Reconozco que soy una bestia y no encuentro el F1. 

Besos. R*****

 

 

Contestación mía:

 

Está muy bien.

la tecla F1 esta encima del 2 . Besos.

 

 

2º e-mail de R*****:

 

Increíble lo mío, ahora he encontrado F1. Te contaré personalmente donde lo he buscado. No se puede dejar constancia por escrito. Demasiaooo. 

Besos R*****

 

andar.


Cannon Beach Oregon from Chad Richard on Vimeo.

Andar supone forma de conocimiento, entrar en contacto con la materia, con las figuras. Atento a la belleza del paisaje, a lo banal, a lo microscópico.

vacaciones de verano

vacaciones de verano

Este verano voy viendo a gente que se fue de Madrid. Se fueron a distintos lugares y eso nos lleva a tener unas vacaciones de grandes recorridos, desde la Luz del Mediterráneo de Alicante hasta el corazón de Galicia, la severa Castilla o la Cicely extremeña, una semana en cada sitio. Los paisajes también son esenciales como las personas, llenos de sugerencias o de destrucciones. Se producen más encuentros que disonancias y reaparecen de nuevo las personas queridas con las agujereadas huellas del tiempo. Me decía mi amigo extremeño, "los que venís aquí cada seis-doce meses os creéis que todo esto seguirá igual, como la ultima vez y en el día a día todo cambia, de manera que cuando regresáis toda huella se la llevó el agua".

Estos saltos temporales tienen su significado como el minuto a minuto de los olivos que en silencio, brotan año a año en la inapelable naturaleza de Cicely. Vuelvo a los lugares y descubro los fragmentos rotos del tiempo pero también descubro nuevos matices. Regreso y me volveré a marchar. Naturalmente siento la multimillonaria maravilla del sentimiento verdadero.

Cuando escribo esto intensificado por los momentos emocionantes de la existencia sólo pienso en volver a sentir esta embriaguez de afectos, en cualquier parte del mundo o en los mismos lugares, como hace tantos años de inquietud irrefrenable o como ayer, cuando recibí la cálida visita de mis estimados amigos de Bélgica.

(foto: una cierta mirada)